Aquí no hay grietas - La Clínica Culmore atiende a los pacientes que se cuelan por las rendijas del sistema MÉDICO
A menudo, cuando nuestros pacientes cruzan nuestras puertas, se encuentran perdidos en el sistema médico, saltando de una sala de urgencias a otra, sin una continuidad asistencial ni una comprensión firme de sus problemas de salud particulares. Nuestros pacientes no tienen seguro médico y, por lo general, carecen de médico de cabecera. Cuando tienen un problema de salud, se ven obligados a acudir a Urgencias (ya que éstas están legalmente obligadas a tratar a los pacientes independientemente de su situación en cuanto al seguro médico). Cuando llegan a Urgencias, a menudo hay barreras lingüísticas y culturales, y el tiempo que el proveedor puede pasar con ellos está limitado por la capacidad de Urgencias, que a menudo está sobredimensionada.
Una y otra vez, estos pacientes quedan al margen del sistema.
Pero ahí es donde entra la Clínica Culmore.
Ofrecemos asistencia sanitaria asequible (o gratuita) a pacientes sin seguro y nos esforzamos por capacitar a nuestros pacientes para que asuman un papel activo en su salud. Esto comienza con la asociación con cada individuo, tomando el tiempo para asegurarse de que entienden todos los aspectos de su salud de una manera integral, y que esta información se comparte en su lengua materna con la comunicación culturalmente apropiada. Una vez que se establece este enfoque y se crea una relación de confianza, la salud de nuestros pacientes mejora exponencialmente.
He aquí un ejemplo de estos cuidados...
Cuando "K", un hombre de 44 años, llegó a la Clínica Culmore tenía un amplio historial cardiológico. Su primer infarto se produjo cuando sólo tenía 38 años, y desde entonces había sufrido múltiples infartos y derrames cerebrales. Había entrado y salido de urgencias muchas veces por dolores torácicos e intensos dolores de cabeza. Se sometió a varias intervenciones cardíacas y le recetaron medicamentos para la hipertensión.
Sin embargo, K no conocía bien su salud ni la atención sanitaria que necesitaba. No sabía que sus dolores de cabeza estaban relacionados con su hipertensión. Y que sus dolores de pecho estaban relacionados con su colesterol alto y sus hábitos alimentarios. Además, se le habían acabado los recambios de su medicación vital para la tensión arterial.
Durante su primera visita a la Clínica Culmore, K tenía la tensión arterial peligrosamente alta (181/124). Le proporcionamos recambios de sus medicamentos, así como la tan necesaria información (en su lengua materna) sobre la finalidad de cada medicamento y cómo debe tomarse. También le proporcionamos información sobre cómo la hipertensión puede provocar un derrame cerebral y cómo su dieta puede afectar a su colesterol, lo que a su vez puede afectar a su salud cardiaca.
Como tantos otros pacientes que atendemos en la Clínica Culmore, este enfoque tuvo éxito. La tensión arterial de K es ahora normal y su riesgo de infarto e ictus se ha reducido considerablemente. Controla su tensión arterial en casa con un manguito que le proporcionamos y registra sus cifras con regularidad, trayendo el registro a su cita. Ahora participa con conocimiento de causa en el cuidado de su salud.